Vol. 1. N°27 (I Semestre 2018) –Foro Científico
Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Playa Ancha
Valparaíso,
Chile | e-ISSN 0718-4018 http://www.revistafaro.cl
Diego Rivera López
Universidad de Valparaíso
diego.rivera93@gmail.com
Recibido: 06 de febrero de 2018
Aceptado: 25 de junio de 2018
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Resumen • El presente artículo muestra los resultados de una investigación que se propuso validar la etnografía virtual como técnica de producción de datos, problematizar a internet desde su potencial político y entregar herramientas analíticas para futuras indagaciones.
En efecto, creemos necesario estudiar ontológicamente las relaciones sociales en internet y revisar la relevancia de cuestionar la articulación política y epistémica de la red interconectada mundial. Cabe señalar, que esta investigación contribuye a establecer relaciones críticas entre las creaciones artísticas, particularmente novelas gráficas con adaptaciones cinematográficas, y la aparición de movimientos sociales. Finalmente, es preciso enunciar que la hipótesis fundacional de esta investigación es que el uso de la máscara de V de Vendetta reemplaza la enunciación del proyecto político de Anonymous.
El artículo consta de cuatro apartados. En primer lugar, se da cuenta del estado de la discusión respecto a Anonymous. En segundo, se da cuenta de la estrategia metodológica utilizada para recolectar la información. Luego, se establece el caso de estudio para relacionarlo con su potencial político para finalizar con las proyecciones y contribuciones de la investigación al campo académico.
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Palabras
clave • Movimiento social, internet, etnografía virtual.
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Abstract • In This article presents the results of a study intended to validate virtual ethnography as a data production technique, critically discuss the political potential of the internet and propose relevant analytical tools for future investigations.
Indeed, we believe in the importance of the ontological study of social relations on the internet. In this paper, we address the question of the political and epistemic articulation of the worldwide web. This investigation contributes to establish critical relations between artistic creations, specifically graphic novels with cinematic adaptations, and the appearance of social movements. Finally, it is necessary to formulate the foundational hypothesis of this research: the use of the V for Vendetta mask replaces the enunciation of Anonymous political project.
This article has four sections. First, we provide an account of the state of the discussion about Anonymous. Second, we present the methodological strategy used to collect data. We then establish the case and its political potential, to end this paper with the repercussions and contributions of the research to the academic field.
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Key Words• Social movement, internet, virtual ethnography.
1.- El estado de la discusión en Anonymous
El estudio de Anonymous se ha realizado desde el trabajo interdisciplinar, especialmente, desde el uso de acciones políticas virtuales en un espacio público digital (Gaudez, 2013), donde se encuentra lo local y lo global de forma simultánea (Castells, 2004; Tarrow, 2004) y, donde lo virtual incide en lo “real”, de tal forma que se nublan las fronteras espaciales de la acción colectiva.
Anonymous es un movimiento que ejecuta acciones colectivas en lo digital, debido a lo cual presenta limitaciones estructurales (Offe, 1992) para ejercer presión desde lo institucional y/o situarse en el plano de las discusiones de la agenda pública. Sin embargo, su articulación en el ciberespacio le ha permitido masificar sus intervenciones de manera exponencial al avance de las tecnologías de la información con su particular correlato en la ciberseguridad (Mikhaylova, 2014), además de que sus prácticas se constituyan como un particular activismo político, puesto que, V de Vendetta como novela gráfica anarquista, ha generado un tipo de anarquismo postmoderno (Call, 2008).
Por otro lado, académicas como Gabriella Colleman (2012) han problematizado sobre el potencial político y revolucionario de este movimiento, enfatizando en cómo los miembros de la colectividad subsumen sus identidades al colectivo, lo que les permite ejercer su acción colectiva de manera más amplia en el espacio público digital para luego incidir en el espacio público convencional mediante intervenciones como el Million Mask March del 5 de noviembre de cada año.
Asimismo, resulta curiosa la elección de la máscara de Guy Fawkes - personaje revolucionario de Inglaterra que intentó volar el parlamento inglés en 1605 - utilizada tanto en la novela gráfica V de Vendetta como en su adaptación cinematográfica de 2005. El uso de este símbolo posee una profunda significación sociológica al ser asociado a causas como el anarquismo y la indignación en diversas movilizaciones alrededor del mundo como en La Primavera Árabe, Indignados, Wall Street Occupy e, incluso, en el Movimiento Estudiantil Chileno, tal como han trabajado Gurrutxaga y Bizaurraga (2012). Además, se ha teorizado a la máscara desde lo visual (Rivera, 2014), de su constitución como relato transmediático (Antunes & Jaregui, 2011) y se ha enfatizado en que su aparición representa un fracaso de la democracia representativa (Jagodzinski, 2013).
Como movimiento social o colectivo, Anonymous se ha instalado en la agenda pública, en la sociedad civil y en las ciencias sociales por sus emplazamientos a la institucionalidad, su ruptura en términos convencionales y su particular acción colectiva en internet que se amplifica por la multiplicidad de conexiones simultáneas (Acosta, 2013). El caso de esta agrupación es una muestra de que existen nuevas formas de acción colectiva a propósito de la sociedad de la información y el uso de tecnologías informáticas que han diversificado el campo y repertorio de los movimientos sociales, las cuales hacen pensar a internet como un medio “seguro” (Burford, 2013) para ejercer la acción colectiva gracias a su masividad, y que puede asegurarnos un parcial anonimato debido a la distancia física mediada por una pantalla que dificulta la represión o contención (Galloway, 2013) de las policías locales e internacionales.
Aunque el movimiento se autodenomina como “legión” y no como un movimiento social particular, sí podemos someterlo a las categorías analíticas de las disciplinas científicas que nos representan teórica y epistemológicamente: la filosofía y la sociología, para ponerlo en discusión con elementos socialmente relevantes. Resulta necesario entonces, revisar a los hackeos (hacking o hacktivismo) como nuevos repertorios de acción colectiva (Rivera ,2015b) que están incidiendo tanto en la forma de organización política como en la forma de “hacer” política en términos convencionales, motivo por el cual Anonymous se transforma en un caso teórico-empírico muy relevante y paradigmático.
Se ha enfatizado incluso en cómo Anonymous y el hacktivismo ha demostrado que lo digital se constituye como un nuevo espacio de desobediencia civil (Jirovsky, 2012) que aún no ha sido totalmente explotado por los movimientos sociales. De esa manera, nos invitan a pensar cómo la masividad de la web le otorga una segunda oportunidad a ideas que no pueden ser difundidas por la concentración de información de medios masivos de comunicación (Jirovsky, 2012; Machado, 2012; Burford, 2013) y permite que se difundan signos y símbolos relativos a resistencias políticas como la máscara de V de Vendetta (Cammaerts & Jimenez-Martinez, 2014; Bordeleau, 2018). Recientemente, se ha referenciado –mas no profundizado-a Anonymous como símbolo de resistencia (Salinas, 2016) y se ha dejado entrever una contradicción entre sus acciones y fines (Pecourt, 2016). Esto, al intentar distanciarse de la sociedad bajo los marcos de internet para incidir en la misma a través de su acción, entendiendo a la red interconectada mundial como una especie de heterotopía digital.
Entones cuál es la relación sobre las creaciones artísticas y la utilización de estas para los movimientos sociales más allá del marco de interpretación que tengamos. Asimismo, de qué manera la utilización de símbolos, como la máscara, reemplazan la enunciación de un proyecto político en términos convencionales por la carga simbólica y el potencial político que contienen, en un doble espacio: el público convencional-material y el digital.
Finalmente, es necesario mencionar que los estudios citados han problematizado a Anonymous como un movimiento global sin enfatizar en las distintas facciones de países y sus particularidades. En ese sentido, este artículo intenta llenar ese espacio teórico a partir del caso de Anonymous Chile y proponer un esquema de análisis replicable en futuras investigaciones.
2.- Método
Para efectos de esta investigación utilizamos una metodología cualitativa, lo que implicó asumir a la sociedad y el objeto de estudio como una compleja construcción de relaciones, subjetivo y múltiple (Canales, 2006). Además, es preciso mencionar que las características de esta investigación necesitaron de una búsqueda de claves y estrategias de interpretación que fueron encontradas en las significaciones de las acciones, imágenes, documentos y textos que acercaron empíricamente el fenómeno propuesto.
En ese sentido, se revisaron todas las noticias de los portales digitales y diarios de circulación nacional con mayor tráfico según el estudio SimilarWeb (2015) sobre Anonymous Chile. Esto, en todas las intervenciones realizadas y adjudicadas por Anonymous Chile hasta el 31 de diciembre del 2016 disponibles y verificadas por sus sitios oficiales:
Para el desarrollo de este artículo utilizamos etnografía virtual, que, pese a ser una técnica en desarrollo (Hine, 2011), permitió observar a internet desde una óptica sociológica, asumiéndolo como una instancia de construcción cultural y como un mecanismo de prácticas comunicativas (Hopenhayn, 2003). Esto, permitió problematizar sobre las potenciales estrategias de comprensión del objeto de estudio. A partir de aquello, recopilamos tanto las intervenciones virtuales (hackeos) como los vídeos que Anonymous Chile subió a la red global desde su fundación en 2011.
Además, realizamos análisis crítico de discurso visual y verbal del material recopilado, desde la óptica de van Dijk (2009) considerando la triangulación sociedad, cognición y discurso, con la novedad de agregar una revisión de elementos visuales que se complementó con nociones semióticas de la máscara de V de Vendetta para sintetizar ambas propuestas metodológicas. Finalmente, bajo la óptica descrita del ACD (van Dijk, 2009), se planteó la siguiente matriz de observación y análisis de acuerdo a los criterios enunciados con anterioridad:
Figura 1: Matriz de observación y análisis para intervenciones de Anonymous Chile (hackeos y comunicados) y cobertura mediática. Fuente: elaboración propia.
Intervención de Anonymous Chile/Cobertura Mediática |
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Fecha: |
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Evento: |
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Sitio Web: |
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Voz |
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1.-Temas (Macroestructuras semánticas) |
1.1 Nivel temático:
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2.-Esquemas discursivos (Esquemas textuales) |
2.1 Organización del discurso |
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3.- Significado local |
3.1 Nivel temático:
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4.- Estilo |
4.1 Estructuras:
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5.- Recursos retóricos |
5.1 Sutiles:
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6.- Nivel contextual |
6.1 Modelos contextuales |
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7.- Dimensión interaccional |
7.1 Distribución temática y turnos de habla |
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3.- Anonymous en perspectiva
3.1.- El Caso de Anonymous
El interés investigativo en Anonymous se funda en la apropiación del espacio público digital (Gaudez, 2013) para realizar manifestaciones e intervenciones digitales a través de hackeos, que han derivado en manifestaciones convencionales en el espacio público “físico”. El Movimiento Anonymous reivindica valores como la libertad de información en internet, abogando por la transparencia de procesos políticos, entre otras causas.
Este grupo adquirió relevancia mundial en 2011, cuando se transformaron en la agrupación que defendió a la figura de Julian Assange en su cruzada con WikiLeaks. Tal ha sido la popularidad de este grupo que la plataforma de Streaming Online, Netflix, compró los derechos de un documental sobre el grupo hacker We Are Legion (2012), el cual trata sobre la historia del hacktivismo y explica las características de la “legión. Asimismo, el nombre de esta organización no resulta azaroso, puesto que el concepto de “anónimo” implica un tipo de organización particular que no atañe a orientaciones verticales ni tradicionales.
Según las categorías analíticas de la sociología de los movimientos sociales, Anonymous se constituye como un movimiento social transnacional (Tarrow, 2004; Castells, 2004; Escobar, 2004) que podría considerarse como un movimiento antiglobalización, el cual, si aplicamos los esquemas teóricos de Touraine (1999) y Castells (2004), en su heterogeneidad no posee ni proyecto ni objetivo social. Asimismo, es importante mencionar que al ser un grupo que actúa en el ciberespacio resulta difícil saber cuál es su orgánica política y cuáles son los modos en que organizan sus acciones colectivas. El presente artículo utiliza dichas categorías y las pone en el contexto del semiocapitalismo (Berardi, 2007), asumiendo la disputa de capital simbólico como eje estructurante de esta reflexión.
El movimiento Anonymous “nace” el 2008, a través del portal de internet 4chan, el cual para publicar comentarios solicita un seudónimo y un correo electrónico. Si algún usuario desiste de identificarse, automáticamente se le asigna la etiqueta “Anonymous”. Dado que muchos usuarios de este sitio eran “trolls” (personas que publican mensajes irrelevantes, provocadores, descontextualizados, etc.) los comentarios realizados con el seudónimo “Anonymous” eran usualmente insultos o bromas.
Sin embargo, a principios de 2008 se publicó un video en internet que invitaba a unirse a la Iglesia de la Cienciología, religión de élite que cree en la inmortalidad de cada ser humano y acusada de múltiples estafas por pedir dinero a cambio de progreso espiritual. A partir del repudio generalizado en la web por esta invitación, se organizaron diversas protestas convencionales en el espacio público estadounidense, europeo y oceánico contra esta doctrina (BBC, 2014), traspasándose la indignación de la red social a las ciudades.
Por otro lado, a nivel nacional aparecieron en 2011, debido a intervenciones globales de Anonymous contra el proyecto “HidroAysén” que derivaron en la operación “Tormenta del Sur”, la cual provocó la instalación permanente del grupo en Chile.
3.2.- Perfil Político de Anonymous
Resulta complejo definir cuál es el perfil de una organización o movimiento político que pareciera tener una paradoja respecto a sus fines, medios y discursos, sin embargo, en sus intervenciones y hackeos es posible identificar una direccionalidad orientada a principios políticos no conservadores, lejanos al neoliberalismo y cercanos al ambientalismo. Si bien, estos rasgos se pueden identificar a partir de sus acciones colectivas, no se mostró una continuidad de temáticas, más allá de las expuestas, motivo por el cual se desprende –a partir de esta investigación- que Anonymous Chile corresponde a un grupo heterogéneo sin un proyecto político, y que tiende a actuar en respuesta a proyectos políticos que se orientan en perspectiva privatizadora con riesgos medioambientales. La clave de lectura que estructura este artículo es la de Touraine (1999) y Castells (2004), la cual asume que un movimiento social “es lo que dice ser”, motivo por el cual se revisarán los discursos de Anonymous en sus múltiples plataformas.
Las acciones de Anonymous Chile han sido diversas y, durante el periodo referenciado, han realizado hackeos a sitios de conglomerados económicos, como Cencosud, por lanzar “ofertas” e invitar a comprar en sus tiendas a los damnificados del mega incendio que afectó a Valparaíso el 2014. Precisamente, cabe destacar que las intervenciones digitales no sólo implicaron negar el acceso a sitios web, sino que también incluyeron bloqueos y publicaciones de documentos personales. En total, fueron referenciadas treinta y seis intervenciones durante el periodo de la investigación 2011-2016.
A partir de la información expuesta, identificamos tres momentos de Anonymous Chile. El primero, de 2011 a 2012, durante el cual se sentaron las bases del movimiento como reacción y apoyo a los movimientos sociales más activos del país: los de la educación, en concreto el Movimiento Estudiantil; y los medioambientales, contra HidroAysén y Agrosuper Freirina. Respecto de los movimientos medioambientales cabe agregar que realizaron operaciones conjuntas con otras subdivisiones de la organización a nivel mundial, específicamente a partir de #OpTormentaDelSur, iniciativa contra el proyecto energético del sur de Chile y #OpChile. En síntesis, en esta fase “fundacional”, se realizaron dieciocho intervenciones digitales o hackeos, tres en 2011 y quince en 2012 con una limitada cobertura mediática, las cuales marcaron el hito de inicio de la división chilena de Anonymous.
Figura 3: Primera fase: fundacional de la Acción Colectiva de Anonymous Chile. Fuente: Elaboración propia.
Luego de esto, entre 2013 y 2014, se instituyeron como movimiento en Chile, mostrando una posición reactiva a partir de la contingencia y agenda pública, apareciendo a partir de demandas transversales de la ciudadanía que no derivaron en acción colectiva –salvo el movimiento docente- demostrando que la heterogeneidad de la acción de Anonymous Chile es una característica estructurante de su acción política. Lo interesante de este periodo es la irrupción de la salud como eje de interés del movimiento y la petición de usuarios para la intervención de Anonymous en casos particulares como el despido masivo de Conafe. En este caso, se legitimaron las redes sociales como mecanismo de contacto entre ciudadanos afectados y el grupo que ofició de “protectores” previa asistencia.
Llegó la hora en que el silencio es traición. Ha llegado la hora en que, incluso presionados por las demandas de verdad interior, los hombres no asumen la tarea de oponerse a la política de su gobierno, sobre todo en tiempos de guerra. (Anonymous, 2014)
Este fenómeno, más allá de una actualización (Tilly, 2012) del repertorio de acción colectiva del movimiento a partir de Tics, debería pensarse sobre la modificación de la ontología social a partir de las relaciones sociales mediante internet. Esta relación a partir del uso de RRSS se acrecentó a partir de la aparición de un Grupo de Facebook Secreto, donde usuarios podían ingresar y ser “aceptados” a la plataforma para tener comunicación con gente de la organización, sumado a las múltiples apariciones en Twitter del mismo grupo.
Figura 4: Segunda fase: institucionalización de la acción colectiva de Anonymous Chile. Fuente: Elaboración propia.
Finalmente, se observa que entre 2015 y 2016 disminuyeron sus intervenciones públicas especializándose en la detección de redes de pedofilia en internet, a partir de la acción conjunta con facciones latinoamericanas como la argentina y ecuatoriana a partir de los nuevos casos de abuso sexual vinculados a las Iglesias. Este hecho resulta sugestivo, pues la utilización de los cuerpos como objetos y/o mercancías es uno de los elementos más relevantes de V de Vendetta, en tanto dispositivo de control para la ciudadanía (Foucault, 2004) como gestión del cuerpo con objetivos mercantiles.
Sin embargo, no dejaron de lado el apoyo a causas con mayor trayectoria en el país como la estudiantil y medio ambiental al momento de la reactivación de las acciones colectivas. Asimismo, la contingencia los “obligó a actuar” y reaparecer en los casos de asesinatos a estudiantes del 2015 y la crisis de corrupción de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP).
Decidimos llamar a esta fase “especialización” del movimiento por las decisiones de la agrupación de publicar información de interés público, como el listado de pedófilos en libertad de las iglesias y, las iniciativas de “escuelas” de hackers para sumarse al movimiento. Asimismo, este periodo tiene la característica de diversificar el repertorio de acción (Tarrow, 2004) del mismo, al sumar la visibilización de un conflicto en curso a través del hashtagpara convertirse en trending topic (tendencia en la red social Twitter) ante la” invisibilización” de “los medios de prensa comprados” (Anonymous Chile, 2015). Esta decisión complementó las “amenazas-advertencias” a través de YouTube en sus comunicados y las intervenciones de hackeos. Cabe destacar que en este periodo solo hubo cuatro intervenciones de Anonymous Chile hasta diciembre del 2016, fecha en que culminó la recolección de datos de la investigación, sin anuncios de nuevas acciones hasta ese momento.
Además, es necesario mencionar que en esta fase hubo dos procesos dignos de consignar para esta investigación. El primero, es con el cambio en la estrategia de utilización de redes sociales, en las cuales existieron diferencias a partir de quienes administraban los sitios de cada red. Esto, permite consignar nuevamente la heterogeneidad del movimiento y sus distintas fuentes y facciones, específicamente por el polémico apoyo de Anonymous Francia a su país en la Guerra contra ISIS, donde la cuenta de Twitter de Anonymous Chile apoyó esta decisión e integrantes de la misma agrupación mediante Facebook (y su grupo secreto, el cual fue seguido durante toda la investigación) se mostraron contrarios a dicha medida.
Lo interesante de esta disputa mediática es que el espacio de redes sociales provocó que simpatizantes de Anonymous - y no hacktivistas- opinaran en duros términos contra los usuarios más activos de la red, separándose el grupo para crear otro privado solo con “gente activa y comprometida”. Este nuevo espacio no superó los 50 usuarios versus los casi 5.000 que llegó a tener el anterior, el cual estaba lleno de peticiones de “hackeos a sueldo para detectar infieles” y preguntas sobre youtubers/bloggers/influencers (usuarios que producen contenido en la plataforma de YouTube o Instagram, que en caso de ser “influyentes” o tener muchas visitas pueden generar ingresos a partir de ello). Además, este conflicto derivó en un nuevo grupo de Telegram, plataforma de mensajería celular instantánea y encriptada para quienes decidieran “actuar” en favor de “cambiar el país”.
Se acaba de fundar este grupo (30 de abril), ya que aquí hay más de 3.500 personas y hasta ahora solo 3 se han motivado a hacer los grandes cambios que necesita el país, la gente motivada amigos se llama "activista" por eso mismo los que quieran ayudar en el colectivo a nivel nacional de verdad bienvenidos sean, para no estar leyendo a trolls, a chicos que preguntan por Dross o la password de la pareja.Si usted quiere ayudarnos a cambiar el país, desde la calle o el ordenador, son bienvenidos al grupo de Activistas de Anonymous Chile. No solo algo separado de este grupo, podríamos decir que solo estamos los más activos. Un abrazo. (Anonymous, 2016)
Esta separación fue el punto de saturación de información de esta investigación para realizar el presente análisis.
Figura 6: Intervención digital o hackeo de Anonymous Chile en #OpAltoMaipo. Fuente: Twitter de Anonymous Chile.
Llamó la atención el uso de eufemismos e hipérboles, los cuales corresponden a recursos retóricos que embellecen un discurso acompañado de elementos musicales. De esa manera, Anonymous comenzó identificándose como un grupo a nivel global en su primera fase (2011-2012), luego institucionalizándose en Chile (2013-2014) para finalmente especializarse en un tipo particular de persecución digital (2015-2016).
Soy una idea, una visión, apoyo un mundo libre, por un mundo libre de corrupción, por un mundo libre de mentiras, un mundo libre de opresión y un mundo libre de odio. Hablo en nombre de las personas. Yo soy las personas, yo soy anónimo, tú eres anónimo, ¡ayúdame a cambiar el mundo! (Anonymous, 2014)
Cabe señalar que los emplazamientos realizados a la institucionalidad en tanto “amenazas” se explican a través del concepto de “ruptura” (Touraine, 1997; Tarrow, 2004) el cual corresponde a una dimensión analítica de los movimientos sociales, particularmente a partir de qué manera se demuestran los límites de la institucionalidad ante la acción colectiva. El estado identificado por Anonymous Chile para realizar su acción colectiva es el de una “suspensión de derechos” pero más allá de un Estado de excepción totalitario como en la novela gráfica y película, sino que en la óptica de la crisis de representatividad (PNUD, 2015) por la economía global que suprime los derechos de la ciudadanía chilena.
Un ejemplo de esto son las alusiones constantes a la “dependencia extranjera” (Anonymous, 2013) o la “traición” constantemente referenciada por la agrupación.
Hemos estado un tiempo en silencio, pero estamos de vuelta. Los poderosos no descansan, nosotros tampoco. Este es el comienzo de una nueva era, una era donde el pueblo tiene el poder en sus manos. No somos más que personas que quieren un cambio, que además de estar en las calles se manifiesta por este medio. Empezamos por algo pequeño, pero ya iremos a un nivel más alto, todo está preparado. La TV miente, los periódicos igual, así que no confíes en lo que es comercializado, ya que te están lavando el cerebro (Anonymous, 2014)
Este eje de análisis posee doble función, al aludir a una dimensión estructural donde se identifica una limitación y, al aludir a un “otro” para generar una vinculación emocional (Melucci, 1999) que amplifique o se sume a la acción. Otro elemento de continuidad está en la trascendencia de quién ejerce la acción, en una suerte de heroísmo político donde se llama a desaparecer como individuo y constituirse como una idea, elemento similar al proyecto político de V de Vendetta referenciado con anterioridad.
Además, la dimensión más recurrente del discurso verbal es en el uso de hashtags, los cuales visibilizan los “operativos” por los cuales se identifican las acciones colectivas, siendo útil tanto como recurso reconocible en la cultura digital –al corresponder al lenguaje informático- como para búsquedas futuras de sus acciones, constituyéndose como la referencia básica para la recolección y selección de información.
Sin embargo, no siempre estos operativos fueron llevados a cabo, tal es el caso del #OpTTP, en el cual Anonymous Chile se posicionó políticamente contra este proyecto y lanzó solo una advertencia, caso contrario a su símil mundial, el cual lanzó un ataque directo a los sitios ligados a este. O, el caso #OperationRainOfFire –donde nuevamente se utilizaron siglas en inglés, idioma nativo del grupo “original- del 2015, que a propósito de la catástrofe climática del norte de Chile se lanzaron amenazas que quedaron solo en el canal de YouTube sin trascender en “acciones concretas”.
De acuerdo a lo expuesto, decidimos tipificar a la acción “heroica” como una especie de “venganza” contra las instituciones o quienes “ejercen el poder” (Anonymous Chile, 2015), más aún si recordamos que el elemento que articula la acción en V de Vendetta es esa idea, y, que “vendetta” se traduce “venganza” en español.
Figura 7: Elementos de continuidad en el discurso verbal de Anonymous Chile. Fuente: elaboración propia.
La decisión de problematizar la articulación del discurso responde a la propuesta teórica de la presente investigación, la cual asume que una de las dimensiones de la organización de la sociedad es el discurso (van Dijk, 2009), motivo por el cual existe una pregunta sobre cuál es la cobertura mediática de Anonymous, dentro de la cual se destaca el uso permanente de la máscara de V de Vendetta para presentar la noticia, personificándola como el único símbolo del grupo hacktivista, enfatizando en si se realizó una advertencia o una intervención. Se identifica a este como un grupo “insurgente” (La Tercera, 2013) o “activista” (Emol, 2012; Cooperativa, 2014), destacando en cada momento que corresponden a una facción de una organización mundial mostrando tanto la intervención realizada (en caso de ser necesaria) y/o la advertencia del movimiento, dejando en claro la postura política de Anonymous frente a un hecho contingente. Incluso, en algunas ocasiones se ha transcrito gran parte del contenido de los comunicados.
Precisamente, cabe señalar que la cobertura hacia Anonymous fue constante y no sufrió grandes variaciones a partir de qué medio entregaba la información, hecho que podría explicarse por la flexibilidad informativa de los portales digitales consultados. Asimismo, esto puede abrir una futura investigación, pues, aunque se trató de medios de comunicación con líneas editoriales diferentes como El Mercurio y Radio Bío Bío, no presentaron grandes diferencias en su tratamiento informativo, pese a lo que podría pensarse por sus filiaciones ideológicas (Mönckeberg, 2013).
Figura 8: Cobertura mediática de Anonymous Chile. Fuente: Elaboración propia.
Finalmente, es necesario aludir al discurso visual de Anonymous, el cual posee tres dimensiones interesantes para nuestro análisis. Luego de finalizar la revisión de la información obtenida, se observó que la máscara de V de Vendetta aparece como recurso permanente en todos los comunicados de Anonymous Chile, constituyéndose como su rasgo más característico. Sin embargo, en las intervenciones digitales o hackeos no se utilizó una máscara, al privilegiarse una figura profesional-gerencial formal masculina y acéfala -con un signo de interrogación en vez de cabeza- la cual estaba delante del planeta, representando una figura de vigilante omnipresente.
Se puede entender a esta decisión de utilizar a una figura de anonimato en un triple sentido, el primero como necesidad de protección por la ilegalidad de la acción; segundo, como recurso de negación de la identidad que termina constituyéndose como una nueva identificación anónima reconocible tanto para la ciudadanía como el adversario social; y, tercero, como respuesta a la crisis de representatividad política descrita con anterioridad. Lo interesante de esta decisión radica en la dimensión contextual de conflicto, ya que al haber una crisis de representación en un mundo donde están naturalizados los flujos constantes de información y símbolos (Berardi, 2007) la respuesta que emana desde Anonymous es la de un símbolo reconocible que termina resignificándose en favor del movimiento. Si en V de Vendetta, en la crisis creada por el partido fascista Norkshire, el lenguaje se vació (Blanchot, 1990) y la respuesta fue el uso de la máscara de Guy Fawkes para renunciar a las identidades y articularse políticamente, en Anonymous el lenguaje hipermasificado (Berardi, 2010) por la tecnología - al quedarse sin contenido ni respuesta para la situación actual - es reemplazado por símbolos que terminan por modificar las palabras y, en el caso de un movimiento social, a la enunciación de un proyecto político.
Figura 9: Discurso visual de Anonymous Chile. Fuente: elaboración propia.
Si Roland Barthes (2009), enunciaba hace algunos años que la “ciudad era un texto” y que esta hablaba a sus habitantes, internet nos emplaza a amplificar esta noción a una dinámica, la cual sea capaz de dar cuenta de la simultaneidad y la resignificación de las distancias geográficas tanto en la interacción social como en la recepción de contenidos digitales. La red interconectada digital es cambio y continuidad y se constituye como un eje de análisis e investigación ascendente, donde el problema sociológico –y más aún si lo amplificamos a las ciencias sociales- se encuentra en su dimensión ontológica. He ahí un vacío teórico que debe ser problematizado.
Ante la situación planteada, y considerando el potencial del estudio de las dimensiones de análisis de los conflictos en internet, resulta problemática la noción de disenso de Rancière (2011), en el sentido que plantea el francés de entender a este concepto como articulador de la ciudanía. Esta investigación fue capaz de extrapolar esa dimensión a lo digital, amplificando el espacio de reflexión y problematización a un nuevo contexto, a una nueva fase del capitalismo (Boltanski & Chiapello, 2005) en el cual surgen nuevas preguntas consignadas en este apartado y que esperan ser respondidas en futuras investigaciones. Una de ellas, resulta pertinente para comenzar, especialmente considerando que una obra de arte, una novela gráfica consumida por espectadores de la viñeta, o su adaptación cinematográfica, fueron capaces de emancipar (Rancière, 2011) su contenido para resignificarlo, utilizarlo y transformarlo en un símbolo de resistencia difundido en múltiples plataformas, miles y millones de veces en diversas plataformas con una gran cantidad de interpretaciones.
4.2.- Proyecciones
En este sentido, la problemática central que se desprende de los argumentos señalados vuelve a ser ontológica, que, en términos de proyección de la investigación implica una pregunta sobre el sujeto, específicamente en qué tipo de sujeto se constituye en un contexto donde lo tecnológico instituye y articula relaciones sociales. Ante esto, aparecen dos explicaciones aparentemente plausibles que podrían ser desarrolladas en futuras investigaciones. La primera, alude a su sujeto con mayor capacidad para accionar y relacionarse, en un sentido práctico, espacial, material y tecnológico donde las distancias geográficas se relativizan e incluso modifican las relaciones de trabajo. Una segunda, donde el sujeto tiende a la personalización (Lipovetsky, 2015) a propósito de las redes sociales donde puede caracterizarse o falsearse como se mencionó con anterioridad. Pero, paradojalmente tiende a desaparecer en forma de metadatos y algoritmos informáticos que pueden ser comprados para generar publicidad o generar perfiles políticos por empresas. En esta relación se funda la proyección de esta investigación.
Otro elemento relevante de mencionar es la trayectoria de Guy Fawkes -personaje histórico recordado por la Conspiración de la Pólvora- tomó a partir de su adaptación en la novela gráfica V de Vendetta (2011) y su adaptación cinematográfica. Este proceso se puede explicar desde el alcance de la industria cultural (Adorno & Horkheimer, 2009) y el semiocapitalismo (Berardi, 2007), constituyéndose tanto como símbolo de resistencia en Anonymous como en una mercancía subastada por transnacionales con precios superiores a los treinta dólares en múltiples plataformas, motivo por el cual podría considerarse como un significante vacío (Laclau, 2011) a propósito de la adaptabilidad propia del capitalismo (Marcuse, 1971).
En este sentido, se puede afirmar que la relación particular entre grupos cyberactivistas se explica por las limitaciones estructurales del activismo virtual, especialmente por la necesidad de poseer ciertos conocimientos para sumarse a la acción colectiva, los cuales no están al alcance de toda la población. Finalmente, y volviendo a la paradoja, resulta interesante ver cómo el propio Anonymous fue capaz de institucionalizarse, particularmente en Chile, al constituirse como un referente del hacktivismo reconocido por la ciudadanía en el ámbito virtual. Poseen páginas en redes sociales que los apoyan e incluso perfiles falsos alabándolos y/o criticándolos y, en el ámbito mediático al tener constante cobertura de prensa.
De lo anterior surge otro elemento importante que se proyecta a partir del uso de elementos de producciones artísticas en movimientos sociales. Nos cuestionamos, cómo se dota de sentido político en la acción colectiva a elementos procedentes de la ficción, considerando que V de Vendetta no es el único caso en esta óptica. En efecto, también se usan elementos de ficciones como La Casa de Papel (Euractiv, 2018) en algunas movilizaciones o, en el caso de las distopías, con la reciente prohibición de la utilización de los símbolos del Sinsajo, elemento de la saga de libros adaptados cinematográficamente Hunger Games, en Tailandia (BBC, 2016). A partir de la presente investigación, podríamos proyectar como categoría teórica particular la trayectoria y uso de símbolos de contenido político proveniente de las ficciones o producciones artísticas en movimientos sociales como eje de análisis.
Entonces, se torna pertinente volver a la relación entre el símbolo proveniente de la producción artística y el mensaje o proyecto político presentado por las organizaciones, en este caso Anonymous. A partir del análisis realizado, se encontró que toda la cobertura mediática de esta organización fue mostrando como imagen de referencia o al pie a la máscara de V de Vendetta o alguien portándola. Además, no se halló una propuesta política concreta de Anonymous más allá del tutelaje del héroe o héroes realizada por este movimiento. Incluso, la bibliografía consultada tipificaba a la máscara desde su asociación a la indignación (Jirovsky, 2011) mas no como eje de análisis estructurante de alguna investigación. La reflexión propuesta asume que el uso de la máscara de V de Vendetta reemplazó la necesidad de Anonymous de enunciar un proyecto político por la propia carga simbólica de la misma, constituyéndose como el soporte y recurso mediático identificable a cualquier tipo de acción del movimiento.
Según se ha visto, la máscara posee una triple función. Reemplaza la enunciación del proyecto político en Anonymous, se constituye como recurso que reemplaza al rostro del activista al protegerlo por la naturaleza de sus acciones, y, se materializa como el símbolo de resistencia que trasciende mediática y simbólicamente. Permite que la ciudadanía pueda difundirla, utilizarla o simpatizar con ella, recordando que este proceso es construido socialmente a partir de la interacción y la mediatización (van Dijk, 2009). En síntesis, la máscara corresponde más que a un objeto en sí mismo, se plantea como un soporte que sintetiza las discusiones planteadas en esta investigación: es un símbolo proveniente de una novela gráfica (Moore, 2011), se utiliza en la acción colectiva (Rivera, 2015a) y es la respuesta a los dispositivos de control (Foucault, 2011) que estructuran la vida cotidiana de quienes “defiende” Anonymous.
No obstante, se encuentra un correlato sobre este proyecto en Anonymous, ya que, si bien existen similitudes como la trascendencia de la máscara y la renuncia a la identidad propia para transformarse en una idea, esta agrupación hacktivista tutela a Chile de manera reactiva sin generar condiciones de oportunidad políticas (Tarrow, 2004) que desestabilicen la institucionalidad mediante la acción colectiva permanente generando modificaciones estructurales en el país. Sin embargo, el elemento que trasciende y se repite es el de la máscara, la cual se constituye como lenguaje-mito (Barthes, 2011) trascendente en diversas plataformas resignificándose y dotándose de sentido por sí misma.
En ese sentido, la relación de V de Vendetta con Anonymous resulta interesante desde el concepto de “tabla rasa” de la obra como eje de análisis, puesto que si bien quienes portan la máscara de V “protegen” en la novela gráfica y adaptación cinematográfica-para devolver la capacidad soberana de elección a los londinenses, en una ciudad desprovista de líderes y tecnología- Anonymous solo ataca a “quienes no defienden los intereses de su pueblo”, sin generar nuevas condiciones políticas para el cambio social.
De acuerdo a lo señalado, y a partir de la información recogida y analizada, afirmamos que Anonymous es un movimiento heterogéneo, el cual posee diversas contradicciones en su actuar. Un ejemplo que ilustra la afirmación son los ataques a los sitios del gobierno peruano por su postura en la Delimitación Marítima de Chile-Perú y, por otro lado, los matices “progresistas” al apoyar a otros movimientos sociales, como el estudiantil, con posturas políticas divergentes a lo institucional y lo conservador.
Asimismo, cabe establecer la pregunta sobre el tutelaje de Anonymous Chile, específicamente a partir de su procedencia del género distópico y superheroico, en la cual no existe articulación política ni organización de acción colectiva en ninguna de sus plataformas. Dado lo anterior, cabe preguntarnos si la situación de catástrofe (Benjamin, 2016) y “crisis” descrita en las intervenciones de este grupo hacker, que podemos vincular a partir de la noción de semiocapitalismo (Berardi, 2010), comparte elementos similares con el género distópico en concreto más allá de lo propuesto en esta memoria y, si esta situación puede ser superada a través de la reacción de un grupo que “protege” a la sociedad.
Se puede sentenciar, finalmente, que la solución propuesta en las acciones de Anonymous es de “gestión” en clave neoliberal en vez de problematizar las condiciones de posibilidad políticas (Foucault, 1995) a través de la organización y acción colectiva. Si en V de Vendetta el proyecto radica en renunciar a ser un individuo y convertirse en un sujeto que renuncia a su identidad para volverse una idea identificable a través de la máscara; en Anonymous solo se cumple la renuncia en términos de representación y recurso simbólico para realizar acciones en el ciberespacio. Precisamente, se tipifica un tipo particular de sujeto que no es capaz de modificar la estructura ni cuestionarla en términos concretos, sino que simplemente puede sumarse al cuestionamiento a través de la indignación digital.
Cabe cuestionar entonces cuáles son las características de este nuevo tipo de sujeto que se manifiesta en el contexto de un nuevo régimen discursivo y tecnológico (Žižek, 2014), en el cual se acumula capital simbólico (Berardi, 2010) más allá de las posiciones de este, estableciendo interrogantes que permitan indagar, pensar, articular y caracterizar sus y nuestras condiciones de posibilidad.
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Cabe señalar que dentro de la investigación realizada fue problematizada la novela gráfica V de Vendetta, reelaborando su relato a partir de tres conceptos: máscara, acción colectiva y dispositivos de control siguiendo el ejemplo de Roland Barthes (2012) en S/Z. Esta decisión se justifica en poner el diálogo el contenido y potencial político de la creación artística con la acción política y colectiva de Anonymous.